La necesidad de un cambio social en nuestro país es evidente y también lo es la necesidad de un cambio ambiental.

Los datos que entregan diversos estudios no plantean escenarios favorables. La contaminación atmosférica presente en la urbe  y zonas industriales parece no disminuir con el tiempo. Es por eso que te comentamos en entradas anteriores acerca de la implementación de estrategias sustentables de electromovilidad. Esto, con el fin de poder entregar perspectiva y alguna solución a estos altos índices de contaminación; además de otros problemas que afectan a la biodiversidad de nuestros bosques nativos, de los cuales no hay  informes suficientes que entreguen el real estado de lo que significa esta crisis ambiental.

También  es preocupante la disminución de los recursos pesqueros que ha sido fuerte y sostenida y cómo eso desencadena otras crisis.

O lo que sucede también con los residuos. Lamentablemente, más del 95% aún se descarga en vertederos.

Esperamos que la ley R.E.P genere resultados más positivos, sin embargo, pareciera que no hay tácticas suficientes y el sentir generalizado suele ser desistir de acciones que puedan apoyar el cuidado, porque no hay confianza en el cambio.

En la zona norte del país donde se concentran las 28 termoeléctricas a carbón, responsables del 90% de las emisiones de dióxido de carbono, la tasa de mortalidad es un 70% más alta que el promedio nacional. A ello se suma la contaminación del sector transporte, responsable de más del 31,3% de las emisiones del país.